Lo que más me gusta son los monstruos
Emil Ferris
Esta es la historia de Karen Reyes, una peculiar niña de diez años que vive en la oscura Chicago de finales de los sesenta. Lleva un diario gráfico que refleja su pasión por las películas de terror de serie B y la iconografía de las revistas pulp de monstruos. Se retrata a sí misma como una niña-lobo vestida de detective y, como tal, se propone un día resolver el misterio que se rodea el asesinato de su bella y enigmática vecina del piso de arriba, Anka Silverberg, una superviviente del Holocausto.
Mientras Karen investiga el crimen, veremos pasar las vidas fascinantes e interconectadas de todos quienes la rodean: su hermano Deeze, cuyo alistamiento a Vietnam es inminente y a quien tortura un secreto del pasado; su madre Marvela, una mujer impredecible que ha sacado adelante a una familia parcialmente disfuncional; Sam Silverberg, el Rápido, baterista de jazz recién enviudado; el Sr. Gronan, casero del edificio y mafioso a tiempo parcial; Sylvia Gronan, esposa de este y conocedora de los secretos de la comunidad; el Sr. Chugg, un ventrílocuo de extrañas costumbres; y el extraño y conmovedor catálogo de amigos de Karen, reales e irreales a partes iguales.
Cuando las pesquisas de Karen se ramifiquen hasta llegar a la Alemania nazi, va a manifestarse claramente cómo pueden converger lo personal y lo político, el pasado y el presente, y cómo incluso el bien puede albergar una porción de lo monstruoso.