Uno por dinero

Stephanie Plum es inteligente, íntegra y tan divertida que su encanto narrativo haría que un documental sobre termitas sea absolutamente emocionante. Pero esta muchacha tenaz de New Jersey, una compradora de lencería en compulsiva, puede contar una historia mucho más interesante: han embargado su desvencijado Mazda MX-5 Miata y hoy por hoy es tan pobre que acaba de beber su última botella de cerveza como desayuno. Puede contar que su única oportunidad de escapar de su rutina actual es el negocio de fianzas de su repugnante primo Vinnie. Puede contar que chantajeó a Vinnie para que le dé trabajo como cazarecompensas: ella es la encargada de recuperar una fianza de 10.000 dólares (pagada para liberar a alguien sospechado de asesinato), a pesar de que carece de un arma y de que jamás capturó una persona en su vida. Y puede contar que el tipo que tiene que atrapar, Joe Morelli, es el mismo descarado que arruinó el encanto de su primer encuentro amoroso adolescente arrebatándole la virginidad detrás del mostrador de la panadería de Trenton en la que trabajaba después del colegio. Si semejante historia de mala suerte no le parece suficientemente fascinante, puede estar seguro de que los numerosos intentos fallidos de Stephanie para presionar a Joe terminan por hacer, de ésta, una historia de asesinatos y engaños absolutamente hilarante.